jueves, 24 de marzo de 2011

La empatía como herramienta para mejorar la calidad de vida


    Una persona que ha aprendido a conocer y a desarrollar su empatía dispone de una herramienta que puede ser muy beneficiosa frente a otras que no la hayan desarrollado o que no sepan explotarla convenientemente. El empático no puede por supuesto leer la mente de su interlocutor, pero puede leer los sentimientos que en cada momento se están volcando en la persona con la que está interactuando. De hecho, dado un desarrollo adecuado, la lectura se hace tan evidente que incluso pueden llegar a deducirse algunos de los pensamientos generales del individuo.
     En este sentido, el empático puede interactuar con su interlocutor y redirigir la línea de diálogo en cada momento hacia aquellos elementos que conforman una respuesta conveniente. Qué agrada al interlocutor, qué le molesta, en qué momento la conversación está llevándole a una situación incómoda, de agotamiento, de aburrimiento, o, por el contrario, qué elementos atraen su atención. En ocasiones, las muestras del interlocutor hacia elementos que le resultan positivos se pueden aprovechar para estimular ciertos pensamientos que le agradan, haciendo que vea al empático de forma positiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario